Mitos y verdades
El Plan Regulador solo beneficia a los grandes desarrolladores.
• Falso: El Plan Regulador busca ordenar el crecimiento del cantón para beneficio de toda la comunidad, garantizando que haya zonas seguras para vivir, trabajar y recrearse.
Si hay un Plan Regulador, la municipalidad puede hacer lo que quiera con mi propiedad.
• Falso: El Plan Regulador establece normas, pero no expropia terrenos ni impone cambios sin justificación. Si se requieren modificaciones, deben seguirse procesos legales y respetarse los derechos de los propietarios.
Todos los cantones de Costa Rica tienen un Plan Regulador.
• Falso: No todos los cantones tienen Plan Regulador aprobado. Puede consultar nuestro Sistema de Información Geográfica Hábitat y Territorio (SIGHAT).
Con un Plan Regulador, no se pueden construir casas en terrenos propios.
• Falso: Se pueden construir viviendas, pero dentro de las zonas permitidas y cumpliendo con los requisitos establecidos, como retiros, altura máxima y uso de suelo.
Un Plan Regulador no se puede cambiar nunca.
• Falso: Sí se puede modificar, pero requiere estudios técnicos, consultas públicas y aprobación de varias instituciones. No es un proceso rápido, pero es posible.
El Plan Regulador solo beneficia a la ciudad y no a las zonas rurales.
• Falso: También incluye zonas rurales y protege áreas agrícolas, forestales y de conservación, asegurando que no se urbanicen sin planificación.
Un Plan Regulador aprobado soluciona todos los problemas urbanos de inmediato.
• Falso: Su implementación es gradual. Requiere que la Municipalidad haga cumplir las normas y que la comunidad participe en su aplicación.
Si no hay Plan Regulador, puedo construir lo que quiera.
• Falso: Aunque no haya Plan Regulador, existen normas del INVU, SETENA y otras entidades que regulan construcciones y uso del suelo.
Un Plan Regulador es solo un mapa con colores.
• Falso: No es solo un mapa, sino un conjunto de normas, estudios y reglamentos que definen cómo debe desarrollarse el territorio.
El Plan Regulador es una herramienta política para frenar proyectos.
• Falso: No es un arma política, sino una herramienta técnica y legal que busca un desarrollo ordenado y el bien común del Cantón. Sin embargo, su aplicación puede generar debates entre diferentes